martes, 6 de marzo de 2012

El cómo, cuándo, dónde y por qué de los borrachos en Finlandia



Durante la noche en Támpere decidí que escribiría esta entrada. Aunque todos sabemos que los borrachos por excelencia proceden de la Isla Esmeralda, (Y me hubiera encantado colocar una de sus famosas, y para mi gusto muy buenas, canciones gaiteras) los finlandeses no se quedan atrás.

¿Cómo? La diferencia es que a los típicos pelirrojos cuyo nombre es algo así como Caoimhím FitzPatrick Ó hEachthiarn (Nombre y apellidos reales) les gusta el whisky, y a los típicos rubios cuyo nombre es algo así como Antero Virtanen-Hämäläinen (Nombre y apellidos reales) les gusta el vodka. Por mi experiencia, los finlandeses ebrios no son agresivos, pero sí muy ruidosos y suelen decir muchas tonterías o fingir que hablan por teléfono.

¿Cuándo? La cosa es que el alcohol en Finlandia es bastante caro, y se vende en tiendas especializadas llamadas Alko, en exclusiva. Funcionan algo así como los estancos en España. Por ello, la gente ya suele ir un poco cocida de su casa a las discotecas, sale más barato. Así que en cuanto se toman un par de copas donde sea, pues ya suele ser demasiado, y para evitar problemas, los echan de los sitios. Esto suele pasar más o menos a cosa de la 1:30 de la madrugada. En Finlandia, se sale los martes por la noche, viernes y sábados.

¿Dónde? Pues una vez los echan del garito de turno, nuestro amigo Antero Virtanen-Hämäläinen toma las calles de la urbe siguiendo una trayectoria ligeramente zigzagueante, y si tomamos la variable del invierno, probablemente también vaya resbalándose sobre el hielo de la acera. Pueden aprovechar cualquier cosa para sentarse, desde el típico banco hasta el techo de algún coche. Lo más normal suele ser un montículo de nieve para enfriarse un poco. Pensándolo científicamente, puede ser hasta razonable. Poco después, se levantará y podrá rumbo a cualquier lugar cubierto, así que las gasolineras con cafetería 24h están entre sus favoritos. Al que yo vi, lo echaron después de una media hora berreando en el mismo sitio.

¿Por qué? Ellos sabrán. Una de mis profesoras me contó un día que, érase una vez, en Finlandia existía la ley seca. debido a ello, empezaron a salir los contrabandos, el estraperlo y el vino de garrafa, entre otros. Por aquella época, el poder acceder al alcohol era un símbolo de riqueza; y si además tenías suficiente alcohol como para poder emborracharte, significaba que eras poderoso. Esa cultura ha permanecido hasta nuestros días. Hoy, un finlandés bebe de media 12 litros de alcohol puro por año, casi el doble que en España. Ellos dicen que es porque son cerrados por naturaleza, y así es la única manera que tienen de desinhibirse. Si tú lo dices...


1 comentario:

  1. la experiencia es la madre de todas las ciencias así yo tuve mi experiencia con las finlandesas en España la peor que se puede imaginar pues la historia consta de muy personales emociones en concreto se trataba de una súbdita finlandesa viviendo en España donde vino siendo todavía muy joven y donde en pocos años adoptó el idioma y su cultura y se creó su circulo privado de amistades de su alcurnia entre las que se encontraba su carabina una compañera de estudios de una institución tutelada por las monjas dominicas de gran influencia en el villorrio donde se desarrolla esta historia entonces un día en transcurso de estos avatares surgió al igual que en el universo una estrella en mi horizonte mi corazón se aceleró mis rodillas flaquearon un fuego cegador iluminó mi cara todo esto no sucedió en aquel instante sino 4 días después cuando volví a verla en una mañana en que se celebraba la fiesta del corpus y las calles estaban cubiertas con tapices de flores y otras plantas y el aire estaba cargado con perfumes y olores que emanaban de los productos de deshecho de una fabrica de chocolate sita en el casco urbano era una mañana en la que a pesar de estar en junio chispeaba muy ligeramente y entonces en la calle mayor allí apoyada ligeramente en la puerta de una tienda se hallaba ella con sus amistades y su carabina no obstante para no descubrir mis intenciones proseguí mi camino pero sin alejarme demasiado hasta que desapareció cuando empecé a recapacitar vi que el lado realista de la historia era de lo más desolador pues la situación en la que me encontraba yo y mi familia hacía que solo un milagro pudiera salvarme de vivir un amor platónico toda la vida lo cual es el caso gracias a la carabina y a la sociedad circundante así que a pesar de todo intenté acercarme a mi estrella y esta gracias a su buena educación se mostró condescendiente (me dio su mano) después de dos encuentros más ya "puso el hocico" y después de 57 años ya no le queda carne en su cuerpo pero yo conservo su imagen como el primer día

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