miércoles, 8 de febrero de 2012

Sauna



Por fin he probado la sauna del edificio, después del encuentro en la tercera fase con el tío de la picha al aire del que os hablé hace una semana. Así que ya sabiendo los horarios, ni cortos ni perezosos a las 18:30 de esta tarde ponemos rumbo a la sauna del edificio. Estaba libre, por lo visto éramos los primeros. Así que como manda la tradición finesa, me quito toda la ropa, aunque me cubrí con una toalla; Zülküf prefirió quedarse en ropa interior. Nos introducimos en la habitación, nos sentamos cómodamente y empezamos a tirar agua a las piedras. En esta sauna no tenemos termómetro, no sé por que, pero os podéis hacer una idea de como se puso aquello. Llega un momento en que no puedes seguir respirando por la nariz, porque el aire quema; y cuando empiezas a respirar por la boca, notas como arden tus labios. Y si tienes calor, no tengas la misma "genial" idea que yo, que instintivamente me puse a abanicarme con la mano, cosas de almerienses.

Pues eso, allí nos tiramos un buen rato, hasta que nos cansamos y nos dimos una ducha. ¿Agua fría? No gracias, pero algún día lo haré. Dado que tenemos grifos termostáticos, sabía que el agua de la ducha estaba a 42ºC, y ya tenía la sensación de que estuviera helada. ¿Y si hubiera salido a la calle? Bueno, podría haberlo hecho, pero no es cuestión de salir en pelotas en una calle residencial. Volvimos a la sauna y seguimos vertiendo agua. Creo que llegó un momento en el que sudaba más líquido del que poníamos sobre la caldera. Y otro ratito, unos 10 minutos. Pero Zülküf se cansó y quería irse, y no quería quedarme solo allí. Y mientras nos dábamos lapertinente ducha al acabar, llegaron dos finlandeses, efectivamente, con la picha al aire. ¿Debería contraatacar para la siguiente visita?

Pero había un detalle en ellos que me llamó la atención. Alto ahí, mentes sucias. Era algo que llevaban en las manos, sendos botellines de cerveza. ¿No les da nada beber en esa situación? Pues por lo visto no, y por lo que he indagado es una práctica hasta cierto punto habitual por estos lares. La semana que viene me toca a mi llevar una cocacola.

Y para qué lo vamos a negar, me gusta la sauna. Uno se siente muy agusto y relajado al salir de ella.

Ahora hablaré de lo que pasó ayer, fue un día curioso. A las 7 de la tarde había una fiesta de bienvenida (¿A estas alturas?) para Erasmus y sus respectivos tutores en la sala común del edificio, aquella que comenté con billar, microondas y televisión. Nada de especial, Fanta de naranja en vasos de plástico blanco, gominolas en un plato de plástico blanco y patatas fritas de bolsa en un bol rojo. Había una cantidad de gente que no me esperaba, pues por lo que descubrimos, hay también 2 letonas de farmacia, una belga que está aquí de vacaciones recordando su Erasmus, bastante gente local de la cual no tengo ni idea de dónde ha salido y un cierto número X (Despeja la incógnita, porque yo no fui capaz de hacerlo) de italianas estudiando diseño. Quizás los estudios tengan algo que vez, porque al igual que las otras estudiantes de diseño que conozco, de origen teutón, también son bastante estiradas.

Yo me lié a jugar al billar, otros se pusieron a jugar a las cartas, y como era de esperar, se formaron grupitos de gente. Y para cuando dieron las 10, a pillar puerta. Y pillamos puerta rumbo a Tamino. Es la primera vez que hablo de este sitio, también es la primera vez que voy, y muy probablemente haya sido la última. Tamino es una discoteca propiamente dicha cercana a casa. He de añadir que antes de venir aquí, hubo una parada en el Happytime. La cosa es: ¿qué había en Tamino que todo el mundo iba a ir y no podía faltar nadie? Una fiesta travestida. Yo, poco aficionado a ese tipo de establecimientos, me aburrí cual ostra. Pero ya que pagué 4€ por entrar, no me iba a ir, así que aguanté mecha hasta que tods decdieron irse a las 2 de la madrugada. He de agradecer a Iiro (Así de chungos son los nombres de la gente), un chaval finés que estaba en la fiesta original, que me diera conversación durante toda la noche.

Pero si antes hablé de que se formaron grupitos, aquí se unieron todos. Porque claro, al finlandés medio le gusta a priva: Cerveza, vodka, kotikalja, o vino de garrafa, que también tienen; y todos sabemos que el alcohol aumenta tus habilidades sociales un 83%. Sólo puedo destacar una cosa buena: Hay grifos y vasos para beber todo el agua que uno quiera.

Y a todo esto, yo sigo esperando a que la UAL me ingrese el dinero correspondiente a este mes, que seguir tirando de la cuenta corriente duele mogollón. He mandado un e-mail preguntando al respecto a los responsables de relaciones internacionales. Sigo esperando respuesta.

PD: Quiero mis 4€ y mis 3 horas de vuelta, Tamino.

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