jueves, 29 de diciembre de 2011

La cuenta atrás



Día -10. La verdad es que hay poco que contar, pero tenía esto algo abandonado. La Operación Empaquetando mi Vida llega a su fin. Ahora sólo queda esperar. Hace unos días mandé un nuevo e-mail a Lea preguntándole si falta algún papel por hacer. Su prespuesta fue un nuevo correo que decía algo así como: "No estaré en mi oficina hasta el 2 de enero. Feliz navidad." Más espera.

La misma noche soñe algo extraño. A pesar de que sólo sé de Lea su nombre, su apellido y su trabajo, le puse cara y me dijo: "No deberías haberme mandado ese correo." Lamentablemente, los sueños son una construcción de la memoria, por lo que no recibí nueva información; pero sinceramente, me gustaría saber el motivo.

Los datos que voy a dar ahora son de poca relevancia a estas alturas, pero para futuros viajeros a Finlandia son de utilidad. Lo siento mucho, ya dije que no hay demasiadas cosas nuevas que relatar. Todo viajero internacional debe tener en cuenta algunas cosas, aparte del cambio de idioma. Finlandia tiene un huso horario una hora más adelantado que el nuestro, viven en un futuro cercano :) Tienen lo que se llama Hora de Europa Oriental, o GMT +2 para una expresión más científica e internacional. Usan el horario de verano como nosotros, pero por ahora no se aplica. Por supuesto, no hace falta realizar el cambio de divisas, usan el Euro desde 2002 como en España; sin embargo, a diferencia del resto de la Eurozona, no se usan las monedas de 1 y 2 céntimos, son inútiles (Bueno, aquí también, sólo sirven para hacer bulto en tu cartera). Si las consigo serán buenas piezas para mi colección numismática. También existe otra facilidad, y es que los fineses tienen en sus casas enchufes Schuko, los enchufes gordos de los que me hablan mis clientes más ancianos cuando estoy en la ferretería con mi padre, y de los que se ponen en todas las instalaciones en España desde hace ya algunas décadas. Dichos enchufes gordos también dan 230 voltios y 50 hertzios de frecuencia, por lo que nuestros aparatos se pueden usar allí sin ningún tipo de riesgo y sin necesidad de adaptadores. Y algo que ya deberíamos saber, nada de visados ni cosas raras, Finlandia y España están en la zona Schengen. De todas formas, siempre es mejor llevarse un pasaporte, por lo que pueda pasar.

Lo dicho, pocas cosas nuevas habrán aquí hasta el viaje, el próximo día 8. Por supuesto, seguiré actualizando, pero nada de importancia. Llegado el viaje, prometo actualizaciones continuas hasta la llegada siempre que tenga una conexión gratuita a internet.

PD: Ni un copo de nieve cubre Savonlinna.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Empaquetando una vida



Aunque esta es una de mis canciones preferidas, me hubiera gustado poner otra un poco más sentimental, pero no se me ocurría ninguna.

Quedan apenas dos semanas para dejar España y no volver en un tiempo. La gente empieza a despedirse de ti, tu mente se llena de listas como la de "Cosas que me tengo que llevar", y llegan los nerviosismos pre-viaje. Yo por mi parte, he impreso los que, creo, son todos los papeles que voy a necesitar; he sacado las maletas del armario, y he empezado a hacer una división de mis pertenencias: Lo que no vale, y por tanto de lo que me desharé; lo que vale, pero no me voy a llevar y lo que vale y debería llevarme. He decidido llamar a esto Operación Empaquetar mi vida. Sinceramente, no guardo muchas cosas de mi infancia, y muchas de las que tengo, están almacenadas Pez Gordo® sabe dónde. Rebuscando entre cajones para dejarlo todo bien limpio y listo para cuando me vaya, encontré cartas de bancos y compañías telefónicas ¡de 2008! La trituradora de papel tuvo mucho trabajo esta tarde.

Además, hay tantas cosas por hacer todavía. Empezaré por una de las que echaré más de menos, Cristobalina, mi coche. Lo explicaré: Hace casi 2 años, debido a motivos que dejaré en el aire, compramos un coche. El elegido fue un Ford Fiesta, gris plateado y con 82 humildes caballos de gasolina. Intentaré evitar que el pequeño Jeremy Clarkson que vive dentro de mi salga a la luz. A susodicho coche le tengo un especial cariño, así que le puse nombre humano. Por un lado, debía tener nombre femenino, era lo más cercano a una novia que tendría en años dado mi poco éxito entre las hembras. Por otro, recuerdo que el santo patrón de conductores y viajeros es San Cristóbal. Y según Wikipedia, la forma femenina de Cristóbal es Cristobalina. Explicado queda. Ahora bien, el coche lo pagó mi abuelo, por lo que legalmente es suyo, pero él ya tiene cerca de 80 años y no tiene las mismas capacidades que antes para conducirlo. De todas formas, en cinco meses, puede que lo necesite. Así que se lo he dejado en las mejores condiciones posibles: Tanque lleno, todo cuanto es posible revisar, revisado; recién lavado y aspirado. Él lo guardará en un pequeño local que tiene cerca de su casa. Como sé a ciencia cierta que apenas lo moverá, procuraré encontrarle unos calzos para que sufra lo menos posible en reposo.


También he aprovechado para preparar los ordenadores de casa. Aquí nadie más sabe dominar un PC, por lo que tengo que dejarlos listos para 5 meses de ausencia. He de tener en cuenta que el ordenador desde el que escribo esto no es el que tendré allí; este PC es de sobremesa y pronto tendrá 9 años, se quedará aquí. Por otro lado está el que utiliza mi padre, un portátil comprado hace unos meses, que será el que me lleve. Así que toca hacer el trasvase de datos de uno a otro. No es una tarea complicada, pero sí cansina. Al menos, 4GB de música amenizaron el proceso un poco.

En el proceso de empaquetado, retiré una bandera de España que estaba colgada en la pared. Ahora está bien dobladita y preparada para echarla en la maleta. La habitación parece otra, está más vacía. Por ahora, no me he atrevido a abrir el armario para decidir qué se queda y qué se viene; buscaré ayuda para realizar esta fase de la Operación Empaquetar mi vida.

Y todas esas cosas que llevas diciéndote un tiempo que tienes que hacer, y que nunca haces, y que hasta que no le ves los cuernos al toro no haces. También tengo pendientes algunas tareas así.

Y esas preocupaciones burocráticas que puede que ya no tengas solución por estar en fechas navideñas... A estas alturas se me ha venido a ocurrir si necesito pasaporte o visado para la escala en Oslo. Tenía confianza en que, siendo Noruega un país digamos civilizado, no hubiera cuestiones extrañas. Afortunadamente, ni visados ni pasaportes ni nada; es una suerte que formen parte del Acuerdo Schengen.

Y el... en fin, que esto ahora parece interminable.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Mythbusters



Prometí que lo haría. Tenía que ir a la playa antes de marcharme. Así que aproveché el día -17 (Oficialmente 21 de diciembre, hoy) para hacerlo. Se dieron varias circunstancias a la vez para elegir este día: Una ligera brisa de levante, 19 agradables grados en el termómetro y un sol radiante colgado en el cielo...

... y el agua fría como la teta de una bruja. Así que me armé de valor y me metí en el agua de la manera más kamikaze posible, saltando a la carrera, impidiendo así la vuelta atrás. Además, de esta forma evito ese desagradable momento que se da en cualquier época del año al bañarse en la playa, y es superar el nivel crítico de las zonas de caballero, especialmente sensibles a las bajas temperaturas. Una vez todo tu cuerpo está en el líquido elemento, ya da igual cuánto te mojes, así que una nadada rápida y fuera. A ser sincero, creo que tardé menos tiempo en salir del agua que en meterme en ella.

Y el veredicto es que, la leyenda urbana de que, en Almería se está mejor en la playa en invierno que en verano es falsa. Al menos parcialmente. Una vez sobre la arena, envuelto en una toalla y recibiendo los rayos del sol, se está muy agusto. Quizás cometiera un fallo a la hora de planificar la prueba empírica del mito, y es haber elegido un más que precioso día. Puede que otro día de locura más acusada, repita la experiencia, esta vez bajo un cielo gris. ¿Hasta dónde llega la estupidez humana? Dijo Einstein que es infinita; pero aparte de estupidez, considero esta hazaña como un logro de la curiosidad humana. A veces soy demasiado optimista.

Y ahora, vosotros los lectores os preguntaréis: ¿Y esto que tiene que ver con Finlandia? Pues que esto no es más que un simulacro de la salida de una sauna a 80ºC y la entrada en un lago helado. Cierto, es una tontería. Pero por algo se empieza, y no tengo nada más cercano para hacerlo.

Para acabar, decir que ya tengo los billetes de tren. 44,32€ cada uno. Pronto describiré el viaje, hoy ya he hablado bastante. Si no hay retrasos, el próximo día 9, a las 11:35am estaremos en Savonlinna; Elina ya está informada. Además, como ya han acabado las clases en la UAL, puedo centrarme en la organización del viaje, excepto por un detalle. Ana Fe, mi profesora de alemán, me ha hecho el enorme favor de adelantarme el examen al día 5 de enero, así que tendré que estudiar un poco para hacer algo al respecto. Ich danke Sie für diesen Gefallen.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Regalos



Alguna gente sabe que el pasado martes día 13 de diciembre, fue mi cumpleaños. El 13 de diciembre es también fiesta nacional en Finlandia, es el día de Santa Lucía. Sinceramente, desconozco la historia, pero os dejo este enlace para verlo en Wikipedia en un perfecto inglés.

Lo que venía a contar, ya que éstos días no estoy teniendo suficiente chicha para escribir, así que seré breve, son los regalos que mis geniales amigotes me han hecho. Primero quiero dejar constancia de que hay ciertos regalos "inconfesables" o "políticamente incorrectos", de los que no voy a hablar; pero prometí a Víctor que utilizaría el suyo nada más llegar allí, y probablemente aquí también y a toda mi gente del barrio les digo que compartiré lo que me obsequiaron con ellos muy pronto.

Aparte de eso, tengo que añadir dos jerséis por parte de mi hermana, pero creo que no aptos para latitudes tan nórdicas; un polar elástico azul que me trajo Berta desde Múnich (Danke schön), un gorro de lana muy calentito de parte de Jorge, estilo Machu Picchu, y que viene a suplir mi carencia de orejeras; y una multiherramienta de parte de mi padre, que tendré que esconder en el equipaje facturado, ya que se considera objeto peligroso (Es una navaja suiza a lo bestia).

Por último, alguien ajeno a mi me ha hecho otro regalo... aunque para recibirlo he tenido que enfrentarme de nuevo a mi mayor miedo, las agujas hipodérmicas. Recibí la primera dosis de la vacuna contra la Hepatitis A, tengo que ponerme otra cuándo vuelva de allí, cuándo ya no sea necesaria. Un segundo, ¿qué regalo? Fui yo a comprarla, y salió por unos 12€.

Hasta la próxima. Espero que Cristina sea la siguiente en escribiros.
PD: Se siguen aceptando regalos XD

domingo, 11 de diciembre de 2011

Se acerca el momento



Ya queda menos de un mes para el viaje, y me tengo que ir preparando. Me encanta viajar, pero nunca me he enfrentado a un viaje tan largo, en distancia ni en tiempo; además de esos aburridos tiempos muertos, perdidos en aeropuertos y estaciones. Y no tengo miedo a ningún transporte, salvo quizás, el acuático (Y sospecho que la película Titanic tiene algo que ver [Curiosamente, estaré en Savonlinna el centenario de su hundimiento]). Mis mayores miedos durante el viaje serán las huelgas de trabajadores del transporte, tan típicas en fechas navideñas; y el clima, que puede retrasar mi llegada al destino.

Pero, en el fondo, si se da cualquiera de las situaciones, no está en mi mano hacer nada para remediarlo. Así que tendré que tirar de una de mis cualidades más ausentes, la paciencia. Y para hacer las esperas más llevaderas, me he pasado un buen rato revisando todo el contenido inútil de mi teléfono para borrarlo, y rellenar el espacio de 450 megabytes con música. Queen, Bon Jovi y Scorpions, entre otros, amenizarán mi trayecto. Quizás alguien quiera recomendarme algo en especial, se aceptan sugerencias. Prefiero no llevar más libros que mis guías de finlandés, mirar por la ventanilla es un vicio del que no me quiero quitar, un libro sería una distracción para mi vista.

Ahora toca realizar una pequeña confesión. Hay una parte de mi cuerpo (Mejor dicho, dos) que es especialmente sensible al frío. No penséis mal, mentes sucias, son las orejas. Cada año, con la llegada del frío, aparecen sabañones en ambas. Mi límite de 30kg de equipaje se verá colmado con facilidad, por lo que posiblemente tenga que viajar con una cantidad de ropa puesta impresionante, cual cebolla, pasando calor durante gran parte del recorrido. Sin embargo, por ahora no tengo orejeras y sospecho que cuando acabe el viaje tendré los pabellones auditivos más rojos que la bandera de la Unión Soviética.

Afortunadamente para mi espalda, y para mi bolsillo, Elina me ha dicho que en nuestras casas en Kylpylaitoksentie tendrán ropa de cama y toallas. Es todo un alivio, y espero tener alguna que otra buena noticia más.

Esta semana compraré los billetes del famoso tren, a ver por cuanto sale la broma.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Elina



Elina (Que, dado que los fineses acentúan siempre la primera sílaba, se pronuncia Élina) es el nombre de mi mentora en Savonlinna. Ayer mismo encontré un correo escrito por ella presentándose, y pidiéndome fecha y hora exactas de mi llegada al lugar. Le expliqué que llego a Helsinki el día 9 de enero, a medianoche; pero que a partir de ahí no sé nada. Así que con las mismas vuelvo a investigar en la ya tristemente famosa web de VR. Por n-ésima vez introduzco los datos: 2 billetes, de Tikkurila hasta Savonlinna-Kauppatori para el día 9 de enero, saliendo sobre las 7:25 de la mañana. Continuar.

Buenas noticias, esperaba un precio de unos 90€, que ahora se han reducido a 78€. Precio similar al del avión. Pero, ¿qué es eso? ¿Cómo que 2 conexiones? Abro el billete y me encuentro, por un lado, Tikkurila-Parikkala de 7:28 a 10:27 en un tren InterCity; a las 10:34 sale un tren regional de Parikkala en dirección a Pääskylahti que llega a las 11:21. No he oído nunca antes sobre ese pueblo, pero bueno. Y a las 11:27 sale la última conexión que, sorpresa sorpresa, es en autobús y llega a Savonlinna-Kauppatori a las 11:35. Google Maps insiste en colocar susodicho Pääskylahti encima de un lago, pero tras investigar un poco más, resulta ser un barrio residencial en las afueras de Savonlinna, apenas a 3 kilómetros del centro.

Le dije a Elina que creía que el sistema ferroviario finés es una locura, y ella me lo confirmó, lo es. Por lo visto, se está construyendo otro apeadero en Pääskylahti, por lo que el tren no puede continuar por la línea. De todas formas, la vía muere 6 o 7km más adelante, por lo que sale más rentable contratar un autobús que lleve a los pasajeros durante ese corto periodo.

También me advirtió que dado que sería pleno invierno, llevara ropa calentita (No me jeringues...) y que si hay mucha nieve sobre las vías el tren se puede retrasar incluso horas. Mal empezaríamos, a los finlandeses les gusta la puntualidad.

Por lo visto, viene a España en verano, va a hacer sus prácticas aquí, a Fuengirola exactamente, así que está interesada en aprender algo de español. Ya le pediré clases de finlandés a cambio...

PD: Dado que me ha añadido al Facebook, hemos estado hablando un poco, y me ha descubierto que las clases empezarán el 16 de enero. Una semanita para asentarse antes de empezar, perfecto.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Futuros recuerdos



Corre la leyenda urbana de que en Almería, se está mejor en la playa en invierno que en verano. Además, tiene un fundamento científico convincente. Dado que el agua está más caliente que el aire en invierno, es una sensación agradable permanecer dentro. Hoy, iba a comprobar si dicha afirmación era cierta, pero un extraño día gris me ha quitado las ganas. Se lo debo al Mediterráneo, este año me he bañado una vez por la noche (Es cuándo más me gusta), y una tarde en la que me picó una medusa.

De todas formas pensé, pasaré 5 meses sin ver el mar, sin ver la playa, sin el alma de Almería; decidí llevarme un pedacito de Mediterráneo conmigo hasta Savonlinna. En poco tiempo me hice de un tarrito de cristal para llenarlo. Traspuse hasta la playa de El Zapillo y trascaplasca. Bote lleno de agua y arena. Tendré que meter un par de gotitas de lejía para que no se eche a perder.


He aquí mi porción de playa. Pero me dije que, ya que estaba, iba a visitar aquellos lugares que añoraría, sitios que poca gente conoce y que me gusta frecuentar para reencontrarme conmigo mismo. Amén de alguna foto que hice de la playa, también las tengo de un par de lugares más. Y pronto las haré en más lugares, pero que quedan mas lejos. Por ahora me conformaré con estas. Alguna muestra:

Me encanta esta foto, casi se puede apreciar la curvatura de la tierra. Aún sabiendo que estaba a unos 70 metros sobre el agua, me daban ganas de tirarme y probarla.

Un impresionante atardecer con el cielo rojizo desde el mismo sitio. Me gusta mucho traer a mis amigos a este sitio que es tan especial para mi.

Y una foto desde arriba de Almería. Desde aquí, me parece una ciudad más grande de los que realmente es. Eso es todo gente, me llevaré más recuerdos, y los sabréis.

PD: El botecito gotea... tendré que buscar otra solución.